Para la salsa blanca
Para la salsa blanca:
Calentá la leche hasta que esté a punto de hervir, en una olla aparte, derretí la manteca a fuego suave. Retirá la manteca un momento del fuego, agregarle la harina y mezclá muy bien. Salá a gusto y llevá nuevamente la preparación a fuego suave, revolviendo permanentemente, con cuchara de madera, hasta que tome color dorado. Agregá la leche mientras se revuelve permanentemente, con cuchara de madera. Condimentá la salsa blanca con pimienta y nuez moscada rallada. Cociná revolviendo permanentemente hasta que la salsa blanca hierva al menos un minuto y espese, luego agregale las semillas.
Para las albóndigas:
Colocá el atún junto con el choclo, huevos, la cebolla picada y el pan rallado, mezclá y condimentá. Con la ayuda de las manos, formá las albóndigas del tamaño que quieras. Si notas que no se pueden armar, agregale más pan rallado. Las albóndigas las podés cocinar fritas o al horno, como prefieras. Una vez que estén listas, volcá la salsa blanca y acompañá con unas papas al natural.
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