Licuá los duraznos sin el almíbar con la leche condensada, pasalos a un bowl y agregale la crema batida a medio punto. Mezclá suavemente hasta que quede todo bien unificado. Podés servir en copas individuales o presentar en un recipiente grande. Llevá al freezer para que tome frío.
Podés decorar con un trozo de durazno y una hojita de menta fresca.
© 2025 Bahía. Todos los derechos reservados.