Mariná el peceto durante la noche anterior, para esto colocalo en un recipiente con los dos vasos de vino reposando en la heladera. Esto le da un sabor distinto a la carne y la vuelve más tierna.
Cumplido el tiempo de marinaje, previo a cocinarlo, atá el peceto para que conserve sus jugos y forma, tal como se hace con un arrollado.
Ahora en una olla con agua hirviendo, colocá el caldito y el laurel y dejá hervir el peceto durante 1 hora aproximadamente. Cumplido el tiempo, dejá que se enfríe dentro del mismo caldo.
Ahora con la ayuda de una licuadora o procesadora, colocá en el recipiente de la misma, una cucharada del caldo de la cocción del peceto, las 2 yemas de huevo duro, el atún (previamente escurrido), anchoas, y el resto de ingredientes, y procesá todo hasta que nos quede una especie de crema. Esta es la salsa para el peceto.
Con todo preparado, cortá el peceto para servir o guardar. Podés cortarlo más fino o más grueso según tu gusto.
Sobre una fuente, colocá las rodajas de peceto, y bañalas con la salsa preparada y decorá con las aceitunas o alcaparras.
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